
Te has marchado en silencio. Apenas sin hacer ruido. Te has ido con tu sevillana en los labios. Que verdad era que campanitas y tamboriles te andaban llamando. Y sin dudarlo te pusiste al camino de las Marismas Eternas. Descansa amiga, en el regazo de la Madre. Nosotros....nosotros nos quedaremos con tu eterna sonrisa.
Descansa en Paz, Rubia.