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Escrito por: Andrés Cañadas 03/01/2013 | 12:09h
Cuando recibáis esta carta, os quedarán pocas leguas para llegar un año más, guiado por vuestra estrella, a Belén. Allí volveréis a encontrar en un pequeño portal, envuelto entre pañales y sobre un pesebre, al Dios que se hace hombre, Emmanuel.
Nuevamente arrobados y sobrecogidos ante la frágil presencia del Rey del Universo, rodilla en tierra lo adoraréis y le ofreceréis vuestro oro, incienso y mirra. Besareis sus pies, al igual que por aquí hacemos cuando lo tenemos pendiente de una Cruz, y baja entonces de su camarín para que todos lleguemos hasta Él. Besaréis también las benditas manos de su Madre, aquellas que sostuvieron todo el peso de la santidad y acunaron al Altísimo en la Tierra, y que sus hijos veneramos como Reina de nuestras vidas y mediadora ante Dios.
Antes de volver por vuestros pasos, camino de nuestro Jerez, para reinar entre pequeños y mayores al paso de vuestra cabalgata, no os olvidéis de pedir al Niño Dios, una ramita verde de Esperanza para los hombres. Y guiad vuestra Estrella de la Ilusión, hasta las fronteras de nuestra ciudad, porque hoy más que nunca, Jerez necesita de la Esperanza y la Ilusión, que sólo nos puede ser dada por la Fe.
Queridos Reyes Magos. Hemos perdido la confianza en Dios, porque el dolor y el miedo a la miseria, nos envisten como un toro bravo. Lejos quedó aquello de “A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César”.
Hay familias que deambulan sin norte buscando posada, porque hay recaudadores y mesoneros que no les quedan ya sangre en las venas y se envenenaron adorando al Dios Dinero y dejaron de ser hombres. Hay huidas a Egipto, porque el Rey Herodes del hambre y la precariedad, galopa por entre nuestras calles sembrando el terror, en busca una vez más de tantos santos inocentes, que piensan que no volverán a tener un futuro estable.
Queridos Reyes Magos. Hay dirigentes y mandatarios que en medio de este caos, roban, roban y vuelven a robar el pan de los pobres.
Queridos Reyes Magos. Hay quienes caminan cabizbajos porque se cansaron pronto de mirar al cielo, y ya no ven ni reconocen a Dios y sus obras.
La tristeza se ha apoderado de nuestro Jerez, y todo parece tener un color ceniciento. La alegría desapareció de entre nosotros.
Queridos Reyes Magos. Este año no pido nada para mí. Sólo espero impacientemente vuestra llegada, en medio de tantas sonrisas y rostros iluminados, que volverán a tener vida cuando os veamos aparecer de nuevo por nuestras calles.
Queridos Reyes Magos. No os olvidéis de Jerez. Sólo os pido que vuestras mercedes tengan a bien, Dejar para siempre la Estrella de la Ilusión, cosida a los cielos jerezanos.
Feliz venida a Jerez.
Se despide de vuestras Altezas, Melchor, Gaspar y Baltasar, un devoto que lo es.
Que así sea.
Os esperamos.
(Fragmento del Pregón de Navidad de la Hermandad del Cris
